Todo tipo de negocios buscan siempre lo mismo: ser rentables. Para conseguirlo, no queda otra que ser eficaces y productivos. La eficacia, hasta hace unos años, era algo que se podía intuir, pero hoy en día se puede saber con certeza. E lo que sucede con los talleres, cuya gestión se puede volver una auténtica odisea, si no s controlan los gastos derivados de su trabajo.
Precisamente, es lo que queremos mostrar en este artículo. Os queremos hablar sobre la eficacia en los talleres y en cómo se puede medir. Hablar de medir la eficacia no supone otra cosa que mejorar, puesto que es la primera piedra para la toma de decisiones del negocio.
La Eficiencia en un Taller y las Horas
Las claves que pueden ser más interesantes para medir la eficacia de un taller se basan siempre en las horas. Un taller es más rentable cuando las horas facturadas se ajustan más a las horas trabajadas por los empleados, ¡así de claro!
Teniendo esto en cuenta, hay una serie de horas “que se pierden por el camino”. Por un lado, nos encontramos ante la ausencia del propio trabajador por bajas, permisos u horas de formación del operario o mecánico, indispensables para la mejora continua en su trabajo, por otra parte.
Del mismo modo, hay que descontar aquellas horas “muertas en las que no hay trabajo y que pueden deberse a cuestiones como la demora de la llegada de una pieza a reparar, por poner un ejemplo claro.
Sabiendo todo esto, si pensáramos que la eficacia es sinónimo de productividad, el porcentaje a determinar sería el de la relación de horas productivas entre horas disponibles por 100. La buena productividad, en este tipo de negocios, se establece cuando es superior al 80-85%.
Ahora bien, si queremos determinar la eficiencia, la cual puede ir más allá porque un trabajador puede hacer su trabajo más rápido de las horas habituales que se han facturado, diríamos que la eficiencia reside en la relación entre horas facturadas y trabajadas, teniendo que ser ésta superior a 1.
Este análisis se tendrá que llevara cabo para todos los profesionales del taller, obteniendo una media y determinando así la eficacia de todo el taller.
Eso sí, en este caso hablamos de medir la eficacia de los trabajadores, basado en criterios totalmente idóneos ¿pero eso significa que el taller es realmente eficaz?
Pongamos que el cálculo de lo que se debe facturar es inferior a lo que se debería que el coste por hora trabajada. O que los cálculos de las compras de piezas, de gastos de luz y gas o de otros bienes amortizables no son del todo correctos. Entonces, independientemente del buen rendimiento de los trabajadores, el taller no sería eficaz.
Medir y Mejorar la eficacia de un Taller
Esto último nos hace ya presagiar que calcular la eficacia de un taller no es una simple regla matemática. Hay muchas más variables y puede llegar a ser realmente complejo. Por eso, es necesario contar con los mejores recursos y herramientas a tu alcance.
Control de Horas de los Trabajadores
Hoy en día puedes encontrar multitud de programas de gestión de software vinculados a la productividad. Puedes organizarlos para medir el tiempo de trabajo de los empleados y así saber qué decisiones tomar. Por ejemplo, puedes realizar un cambio de distribución en el taller o has realizado una inversión en maquinaria, podrás medir rápidamente qué tipos de mejorías en el rendimiento están habiendo, ¡en muy poco tiempo!
Control de Cabina
Este tipo de sistemas se pueden sincronizar con todo tipo de instalaciones del taller, con el fin de obtener la mejor información posible. Por ejemplo, en un taller de vehículos se puede sincronizar con la cabina de pintura, pudiendo obtener datos muy interesantes de las horas de trabajo que se están empleando en chapa de pintura.
Control de Uso de Herramientas
De la misma manera, estos sistemas de gestión se pueden medir a través de instalaciones como las taquillas carga herramientas, mediante las cuales se puede conocer el tiempo de uso que un trabajador ha empelado con una herramienta determinada. Puedes saber más sobre estas taquillas aquí.
Como puedes ver, hoy en día medir la eficacia de un taller es mucho más fácil que hace unos años. Gracias a las nuevas tecnologías, se puede saber prácticamente al dedillo donde se escapa el tiempo y disponemos de valiosa información para tomar decisiones de mejora.