Una vez más, la temporada de esquí ha llegado a su fin. Si bien es cierto que los primeros meses no se ha podido disfrutar de la nieve tanto como nos hubiera gustado, la realidad es que al final sí que hemos podido gozarlo en las pistas de esquí.
De nuevo, es hora de recoger la ropa de invierno, los abrigos y los esquís, ¡hasta dentro de unos meses! Sin embargo, te recomendamos que esto lo hagas siempre con mimo por varios motivos.
Por un lado, para que luego te encuentres todo en perfecto estado. Por el otro, porque cuidar el material hará que tenga una vida útil mayor. Por eso, en este post vamos a tratar cómo guardar el material de esquí tras la temporada de nieve.
Mantenimiento de los Esquís
De todo el material, son precisamente los esquís los que más han podido sufrir más durante la temporada. Así, hay que asegurarse que están en perfectas condiciones para el siguiente invierno, antes de guardarlos unos meses.
Lo primero que te recomendamos hacer es que los inspecciones detalladamente. En primer lugar, observa detenidamente que no haya grietas, así como algún desperfecto en las fijaciones del esquí. De la misma manera, échale un ojo a las bases y bordes, para ver si están dañadas o arañadas. En caso de que así sea, llévalos a una tienda especializada para que los afilen o reparen cualquier desperfecto.
Si no hay ningún problema, te aconsejamos que los limpies. Para empezar, deberías de limpiar toda la suciedad de la base con un cepillo de cerdas de latón y posteriormente con un trapo, usando un limpiador específico para material de esquí.
El siguiente paso consiste en aplicar cera a los esquís, fundamental para nutrirlos y protegerlos de la humedad. Puedes darle cera líquida, con un paño, en la parte superior de los esquís y en las fijaciones. También se recomienda raspar los bores de la base para que no se oxiden. De nuevo, si no sabes cómo hacerlo, lo mejor es que los lleves a una tienda especializada para que te dejen a punto los esquís.
Por último, solo queda guardarlos. Normalmente, el mejor sitio para dejar unos esquís es un trastero, siempre que tenga poca humedad claro, ya que ocupan un buen espacio que en casos suele faltar. Eso sí, sea donde sea, asegúrate de que están bien protegidos, puesto que la caída de algún objeto sobre el esquí podría romperlo.
La mejor forma de proteger los esquís es por medio de una taquilla específica para guardar esquís. Un lugar perfecto también para guardar las botas, casco y otros elementos del equipo.
Limpieza y Mantenimiento de las Botas de Esquí
Si bien es cierto que hay que tener especial cuidado con los esquís, la realidad es que las botas de esquí también requieren de un pequeño mantenimiento.
Para comenzar, saca las plantillas para que se puedan secar a temperatura ambiente y sin contacto directo con el sol y quita los forros de las carcasas. Si fuera necesario, limpia las carcasas con un paño húmedo. Asimismo, desinfecta con spray el interior de los forros.
Al igual que con los esquís, revisa que las botas estén en perfectas condiciones. Observa detenidamente que no haya ningún tipo de desperfecto en carcasas, suelas o hebillas y, en caso de que no fuera así, llévalas a una tienda especializada para su reparación.
Si todo está bien, vuelve a poner las plantillas dentro de los forros y abróchalas ligeramente con el objetivo de que mantengan su forma. Guarda las botas junto con los esquís en un sitio poco húmedo.
Lavado de la Ropa de Esquí
Por último, vamos con la ropa de esquí. En este caso, hay una serie de consejos sencillos, pero muy útiles, para que la ropa de esquí quede perfectamente lavada y guardada.
Te recomendamos que vacíes los bolsillos y que cierres todas las cremalleras. Posteriormente, dale la vuela a la prenda para que cualquier desgaste fruto del lavado a máquina pueda producirse en elementos decorativos situados en el exterior de la prenda.
Coloca las prendas dentro del tambor de la lavadora y ponlo en el programa de sintéticos , a 30º, con un centrifugado de 800 rpm. Si la ropa tiene plumas, lo mejor es que las laves junto con varias pelotas de tenis.
En caso de no disponer de secadora, lo mejo es colgar las prendas del revés y plancharla a baja temperatura, con un paño encima del tejido. En el caso de que dispongas de secadora, con la prenda del revés y un programa de sintético delicado a 60ª, será más que suficiente. Tras su secado, solo te quedará guardar la ropa y listo.
Esperamos que, con estos consejos, puedas conservar perfectamente todo el material de esquí, como si estuviera de estreno.